miércoles, 28 de abril de 2010

¿Son Bíblicos los "llamados al altar"?

En primer lugar es necesario aclarar que en la iglesia no existe ningún altar. ¿Qué es un altar? Altar es un monumento dispuesto para inmolar una víctima y ofrecerla en sacrificio. En el romanismo introdujeron ese termino en sus iglesias, debido a que dicen ellos, allí repiten en cada misa el sacrificio de Cristo, por esta razón la llaman "el sacrificio de la misa", aunque también esa expresión es inapropiada, porque allí nunca se realiza ningún sacrificio cruento, es decir, con derramamiento de sangre.

Para poder entendernos los seres humanos, necesitamos comprender y darle el mismo significado a las palabras que empleamos, sino estaríamos intentando lo imposible, de querer comunicarnos en idiomas diferentes. Lo que ocurrió en Babel fue precisamente eso, el juicio de Dios que confundió las lenguas y no pudieron entender el habla de su compañero.

El Señor nos manda que nuestro hablar sea conforme a Su Palabra, y no conforme a las modas y costumbres que los hombres han impuesto, por muy sinceras u honestas que nos parezcan. 1Pd.4: 11 "Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios".

Hasta aquí hemos establecido dos puntos indispensables para poder tener un dialogo normal e inteligente. Primero, que hemos de utilizar las palabras con el verdadero sentido que cada una de ellas tiene, dentro del idioma que usamos. Si alguno tiene dudas sobre el significado de algún vocablo, lo más cuerdo es que consulte con un diccionario de la lengua castellana y verifique el sentido y verdadero alcance de esa palabra.

Segundo, si se trata de un tema bíblico, es imprescindible comprobar con la Biblia cual es el verdadero sentido en que Dios la utiliza, para que nuestro hablar sea realmente conforme a Su Palabra, y no necesariamente a la palabra de los hombres. Hoy, que tenemos a nuestro alcance con tanta facilidad una concordancia, busque esa palabra y compruebe a la luz de su contexto cómo la emplea Dios, y ese debe ser el valor y sentido que debemos darle para que nuestro hablar sea realmente conforme a Su Palabra.

Cualquier diccionario le dará el significado a la palabra "altar" como el lugar donde se realizan sacrificios cruentos, es decir, con derramamiento de sangre de una víctima que es derramada en libación. Y la Biblia la emplea en el mismo sentido.

En Ex.20, donde se encuentran los diez mandamientos que Dios le entregó a Moisés, dice Dios en el verso 24 "Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos".

En el libro de Levítico, donde están las instrucciones para los sacerdotes levitas, dice por ejemplo en el cap. 1: 5 "Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar".

Las pocas referencias que encontramos en el Nuevo Testamento al altar, son alusiones al altar del templo judío. Y cuando en Apocalipsis menciona un altar, es dentro del simbolismo del libro, para indicar el verdadero símbolo que representaba el altar terrenal, señalando el lugar sagrado que corresponde en el cielo.

El tabernáculo fue ordenado por Dios construirlo, de acuerdo al modelo que le mostró a Moisés y que corresponde a símbolos terrenales, para representar cosas celestiales.

Pero JAMÁS el Nuevo Testamento hace referencia que alguna iglesia tuviera altar ¿Por qué? La respuesta es obvia, porque la iglesia descansa sobre el único y perfecto sacrificio que realizó el Señor Jesucristo, el cual fue "consumado" por el verdadero Cordero de Dios.

Heb.9: 26 "se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado".

Heb.9: 27 "Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos".

Heb.10: 10 "mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre".

Heb.10: 14 "porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados".

Heb.10: 11-12 "ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios (en el templo), que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios".

Los romanistas, que no se guían por las Sagradas Escrituras, desarrollaron desde el siglo XI una ceremonia litúrgica que fue evolucionando gradualmente, hasta llegar a lo que en nuestros días llaman "el sacrificio de la misa".

Aunque allí no existe el sacrificio de una victima cuya sangre debería ser derramada sobre el altar, ellos insisten en repetir una ceremonia sobre "un altar", porque evidentemente el sacrificio que Cristo realizó una sola vez para siempre, no les es suficiente. Ellos pueden hacer lo que se les venga en gana, total siempre han mostrado un desprecio irreverente y absoluto por la Palabra de Dios.

Pero una iglesia evangélica, que dice creer y aceptar ese único y perfecto sacrificio que realizó el Señor Jesucristo una sola vez para siempre, y que dice basarse en el modelo bíblico de acuerdo a las enseñanzas de Su Palabra, no tiene justificación alguna para seguir hablando que allí continúa existiendo un altar ¿Qué sacrificio están repitiendo?

En la iglesia cristiana no existe altar, porque no existe más sacrificio, debido a que el Cordero de Dios se ofreció en sacrificio una sola vez para siempre, jamás se volverá a repetir, debido a su perfección la cual fue consumada en la cruz del Calvario.

Es muy grave seguir hablando de un altar dentro de la iglesia cristiana, porque se estaría menospreciando el sacrificio único y perfecto que realizó el Señor Jesucristo para siempre. Si no hay otro sacrificio, no debe existir otro altar.

Hemos de ser muy cuidadosos con los términos que empleamos para referirnos a las cosas del Señor, porque es hasta blasfemo hablar de un altar dentro de la iglesia y no corresponde a lo que Dios dice en Su Palabra. Que nuestro hablar sea conforme a Su Palabra.

Ahora que he aclarado esta parte que considero la más importante de la pregunta, me referiré a continuación a esa gimnasia que se realiza en muchas iglesias, de llamar adelante a los que quieran ser salvos, como si allí van a estar más cerca del cielo o del Señor.

El mismo Señor que está adelante, también está en la banca donde cada uno se sienta, está en todas partes.

Es lamentable el triste espectáculo que presentan las iglesias con esas prácticas antiescriturales, porque muchas personas viven cada semana pasando adelante, debido a que nunca han llegado a tener la seguridad de su salvación eterna. A ellos la salvación les dura unos pocos días y necesitan salvarse cada Domingo. O necesitan ayuda urgente mediante una oración para calmar su dolor.

Aunque la Biblia dice que somos salvos eternamente. (Heb.7: 25) "por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios". El regalo que ofrece el Señor es vida eterna, y no vida hasta el próximo Domingo. (Jn.10:28) " Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano". Siempre hemos de confrontar con las Escrituras para ver si esas cosas deben ser así. Eso era lo que hacían los hermanos fieles de Berea, (Hch.17: 10) "escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así".

Hemos visto que en ninguna iglesia del Nuevo Testamento existió un altar, porque no existe otro sacrificio que presentar. Y ahora sobre la practica de pasar adelante, tampoco vemos que existió en la iglesia Neotestamentaria.

Cuando Pedro predicó el evangelio el día de Pentecostés, la muchedumbre se compungió de corazón y preguntaron ¿qué haremos? No les dijo: "Pasen adelante, o levanten la mano los que quieran ser salvos". Simplemente les dijo (Hch.2: 37-38) "arrepentios". Porque la salvación es por creer de corazón, no por pasar adelante o levantar la mano.

Allí no existía el emocionalismo, ni los coros que apelan a los sentimientos, ni ninguna estratagema de hombres. Solamente existía la poderosa Palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo quebrantado los corazones, por eso llegó a ser una iglesia poderosa.

Si alguien considera que esa practica de hacer los llamados para que la gente pase a los pies del pastor o al frente del púlpito es correcta, debe poder demostrarlo con la Biblia. ¿Dónde dice eso o aparece como ejemplo para seguir? ¿No están en el Nuevo Testamento todas las instrucciones para que sepamos como debemos conducirnos en la casa de Dios? (1Tm.3: 15).

Esto de hacer llamados para pasar al altar, no es otra cosa que llevar a la gente a los pies del pastor, o sencillamente un acto de tradición romana, debido a que efectivamente no existe ningún altar en la iglesia ¿o Ud. sabe cual es el altar? En una iglesia católica podemos ver el "altar" donde colocan a su dios de harina y lo parten en dos en sacrificio en cada misa. Pero en una iglesia evangélica ¿ha visto alguna vez un altar? Naturalmente que no, porque no existen allí.

No es otra cosa que una parte de un sofisticado plan elaborado para llevar a la deificación de esos líderes que se complacen en ser venerados, y se aprovechan del sincero sentimiento religioso de algunos y del fanatismo de otros, para crear toda una atmósfera efervescente de emocionalismo generalizado, donde pueden manipular las personas, vaciarle los bolsillos y recibir esa adoración que tanto satisface sus egos.

La Biblia nos advierte que el corazón del hombre es idolátrico. (Hch.10: 25-26) Cuando Pedro visitó la casa de Cornelio: "Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies adoró, mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre".

También lo vemos en el caso de Pablo en la ciudad de Listra (Hch.14: 11-15) cuando la multitud vio la sanidad que hicieron, gritaron: "Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros... Cuando lo oyeron los apóstoles, rasgaron sus ropas y se lanzaron entre la multitud, dando voces, y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros".

Los apóstoles siempre repudiaron toda clase de veneración al hombre, por esta razón cuando predicaban el evangelio, solamente hacían un llamado al arrepentimiento, pero jamás a pasar adelante a los pies de ellos, o pedirles que levantaran sus manos los que quisieran ser salvos, para satisfacer sus egos y ver "cuantos se habían convertido" con su predicación, como si la obra de la salvación fuera mérito de ellos.

viernes, 16 de abril de 2010

CRISTO ES EL FIN DE LA LEY

I. Los cristianos del Nuevo Testamento no tienen ningún pacto con la ley de Moisés.
VIVIMOS COMO ABRAHAM POR FE EN EL PACTO NUEVO EN CRISTO Gálatas 3: 29
- Abraham nunca estuvo bajo la ley de Moisés Gálatas 3:15-19
- Somos libres. Gálatas 4:21-26

II. La ley de Moisés fue añadida.
- ¿Por qué fue dada la ley, si la ley no sirve para justificarnos? Gal. 3:19-26
- ¿Por qué fue añadida o para qué sirve?
- ¿Fue añadida, por qué? Col. 3:19
- Fue añadida por causa de las transgresiones hasta que viniese la semiente v.19
- Fue añadida como hayo y maestro para llevarnos a Cristo v. 24
- Fue añadida para encerrar a la fe v. 21
- Fue añadida como un redil Juan 10:16

III. La ley de Dios es eterna.
Había pecado antes de la ley en:
- Los ángeles 2 Pedro 2:4
- Los hombres Romanos 5:12-14

IV. Explica la impotencia de la ley y la Incapacidad de la ley para Salvar.
- La ley es llamada La de muerte porque solo puede condenar
- Maldito es todo aquel que no continua en todas las cosas escritas en la lay para hacerlas Gálatas 3:10
- Hay otra ley que es llamada La ley de vida en Jesucristo:
- “El justo por la fe vivirá” Gálatas. 3:11
- Los condenados son Los que ignoran la justicia de Dios y procuran establecer su propia justicia. Romanos. 10:3

V. ¿ES LA LEY CONTRARIA A LAS PROMESAS? Gálatas 3:21
1. Cristo es el fin de la ley
- Los creyentes ahora no están bajo la ley de Moisés. Col. 2:13-14; 17
- La ley se cumpli6 en Cristo para su pueblo. 2 Cor. 3:7-10; Col. 2:13-14;17
“anulando el acta de los decretos que había contra nosotros"

2. LOS CRISTIANOS ESTAN BAJO LA LEY DE CRISTO
Bajo la ley de Cristo 1 Cor. 9:21
- Todo potestad me es dada Mateo 28:18; Mateo 17:5
- Las costas esperarán su ley Isaías 42:4-5
- Cumplid de lay de Cristo Gal. 6:2; ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús. Rom. 8:2

3. LA LEY DE CRISTO ES SUPERIOR A LA LEY MOISES.
- LA LEY DE CRISTO ES ETERNA
- LA LEY DE CRISTO ES UNIVERSAL “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra." Mateo 28:18

4. JESUS DIO MANDAMIENTO A SUS DISCIPULOS Y les ordenó discipular a las naciones enseñándoles su mandamientos. Hechos 1:2 y Mateo 28:18-20; 1 Tes 4:2 y 2 Ped 3:2
- Nosotros debemos guardar sus mandamientos. Juan 14:15-21
- TODO PECADO QUE HAY EN EL CORAZON HUMANO ESTA PROHIBIDO EN EL NUEVO TESTAMENTO.
- Cualquiera pues que oye estas palabras y las hace Mateo 7:24
- EL MAYOR MANDAMIENTO DE TODOS MATEO. 22:37-40 Amarás al Señor tu Dios.

5. Las características de los obedientes en su reino.
- Los cristianos no son anti-nominanos (anti-ley). Mateo 5:1-11.

6. La profundidad y la espiritualidad de la ley de Cristo.
A. El fruto del Espíritu en Gálatas
- Gálatas 5:1 “nos hizo libres”
- Gálatas 5:18 “si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.”
- Gálatas 5:6 “la fe que obra por el amor”
- Gálatas 5:13 “Libertad para, servir por amor los unos a los otros.”
- Gálatas 5:14 “amarás a tu prójimo como a ti mismo”
- Gálatas 5:16 “pues andad en el Espíritu y no satisfagas los deseos de la carne”
- Gálatas 5:18 “si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley”
- Gálatas 5:22 “mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bon dad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley”
- Gálatas 5:25 “si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.”

B. Las obras de la carne en Gálatas 5:19-21
- Idolatría
- Adulterio
- Mentiras
- Codiciar
- Toda obra mala

7. ¿Qué hacemos con la ley del Antiguo Testamento?
- Lo estudiamos a la luz del Nuevo y la confirmamos siguiendo a Cristo
- "El justo por la fe vivirá" Gal. 3:11-12
- Y si retrocediere (a la ley para justificaci6n) retroceden a la perdición. Heb. 10:38-39
- Vivimos como Abraham. Gal. 3:6-14

8. Por fe en Cristo confirmamos la ley
- El testimonio de la ley referente de nuestro pecado e incapacidad.
- La profecía de la ley Rom. 3:21-22
- Referente del propósito de la ley CRISTO ES EL FIN. Rom. 10:4

9. El Fin: De lo que demandaba
- De los ritos y sacrificios Col. 2:8-14
- De la maldición y justicia
- Del dominio de la ley.

10. La ley de Cristo es Real 1 Cor. 9:21 y Gal. 6:2
- La ley es Real, Santiago 2:8
- Es Superior “Sí y Amén en Cristo” Lucas 9:35-36
- “A El oíd" Mateo 22:37-40 Amar a Dios y al prójimo.
- No es un pacto de obras condicionales. 2 Cor. 1:20 Si y No
- La ley de Cristo es la ley del Espíritu de Vida. Rom. 8:2
- Escrito en el corazón Heb. 7.12 y Heb.8:6-13

11. LOS FRUTOS DE LA LEY DE CRISTO Galatas 5:22-23 y 18
- La fe que obra por amor Galatas 5: 6
- Características de los hijos de su reino Mateo 5:1-11 Bienaventurados son.

12. POR MEDIO DE LA MUERTE DE CRISTO ESTAMOS BAJO SU LEY DE GRACIA
Todo cambió bajo el Nuevo Testamento
- Cambio de sacerdocio Hebreos 6: 20; 7: 12-17
- Cambio de leyes Hebreos 7:12
- Otro régimen Romanos 7:6
- Otro marido Romanos 7:2-6

CONCLUSION:
LA LEY DEL PECADO Y LA MUERTE CONDENA A TODOS.
POR LAS OBRAS DE LA LEY NINGUN SER HUMANO SERA JUSTIFICADO DELANTE DE DIOS. GALATAS 2:16 Y ROMANOS 3:20
LOS QUE ESTAN EN CRISTO JESUS NO ESTAN BAJO LA LEY DEL PECADO Y LA MUERTE, PORQUE CRISTO ES EL FIN Y EL CUMPLIMIENTO DE LA LEY Rom 10:4

miércoles, 14 de abril de 2010

Elegido en preferencia a otros, me deja sin palabras

“…elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu…” (1 Pedro 1:1-2).

Si usted es de los que les horroriza la doctrina de la elección eterna, que Dios desde la eternidad haya determinado a quiénes habría de salvar, siéntese un rato conmigo que si me deja pasar le traigo algunos conocidos suyos que pueden quitarle cualquier furia anti calvinista que posea su noble pecho. Ellos le ayudarán a deponer la opinión que la elección la inventó Agustín o Calvino porque mis nobles amigos vivieron antes que esos dos.

Uno de ellos se llama Juan, el discípulo amado que se recostaba sobre el pecho de Jesús y quien escribió que “Dios es amor” y que usted cita como contrincante del apóstol Pablo que dijo que Dios amaba a Jacob y aborrecía a Esaú. Pues Juan que ministró en Éfeso y Asia Menor, menciona un par de veces la perseverancia de los santos (hermana de la predestinación), y se refiere a la iglesia como “la Señora elegida”. Si usted piensa que se trata de una dama en particular, da lo mismo, ella es elegida (2Juan 1:1).

El segundo compañero que quiero que hable con usted se llama Santiago, uno de los apóstoles de la circuncisión con Pedro y Juan. Santiago predicó esa doctrina en Jerusalén y Siria, y siendo una gran columna allí dijo que a “los pobres escogió Dios” (Sgo. 2:5). Es cierto que su mensaje es más judío que el de Pablo pero con todo, concordaban en llamar a los salvos, escogidos.

Y Pedro que predicó supuestamente en Babilonia y el Este, y se dirigió a los judíos del Ponto y a las iglesias dispersas en Galacia y Capadocia, dijo que fuimos “escogidos según la presciencia de Dios” y excúsele la palabra griega “prognosis’’, que yo le aclaro que quiere decir presciencia que es más o menos lo mismo que predestinación; y se usa en 1Pe. 1:20 (proginosco) en relación con Jesucristo.

Y el otro amigo es Judas, el hermano de Santiago el Menor, obispo de Jerusalén, que si lo deja pasar a su entendimiento también tiene que decir algo sobre aquellos de los cuales usted se preocupa tanto, es decir, los que no son elegidos. Dice que desde la antigüedad fueron escritos para la condenación, tápese los oídos si quiere pero a él no le enseñó el llamamiento eficaz y la doble predestinación Juan Calvino sino Jesucristo, y eso enseñaba en la primera Iglesia Cristiana del Mundo, en Jerusalén, “porque ciertos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antes fueron ordenados para esta condenación, hombres impíos, que cambian la gracia de nuestro Dios en libertinaje, negando al único Señor Dios, y a nuestro Señor Jesucristo” (Judas 1:4). Ordenados quiere decir en griego “inscriptos previamente” en el libro de los condenados. Ya sus nombres estaban en el libro de la muerte, y daban testimonio de ello sus obras que se lo merecían.

Yo también pude estar escrito ahí y si no lo estoy es porque Dios no quiso ponerme. Fijó sus ojos en mí y dijo: “a ése bórralo del libro de condenación y escríbelo en el libro de la vida”; y me sacó afuera. Cuando en el principio los destinos de todos se supieron, el mío lo cambió y lo hizo nuevo. ¿Cree usted que ahora, que estoy lleno de agradecimiento, voy a defender a los que no quitó del libro de condenación? ¿Me voy a erigir en abogado defensor de los derechos de ellos? Si lo hago, pienso que merezco que me vuelvan a poner allí, por osado y malagradecido. Yo jamás cambiaría el divino decreto de la elección eterna por mi ladino (taimado) libre albedrío. Si no fuera por elección nunca me hubiera salvado.

Somos salvados, sí, pero por elección divina, porque Dios en su misericordia decretó nuestra elección antes de crear el mundo porque dice que “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos” (Ef.1:4-6). De modo que si nuestra salvación en Cristo es antes de la fundación del mundo es mucho más segura que toda la creación; porque el decreto de elección es antes del de Creación.

Todas las doctrinas de la salvación, que son las que salen de la persona y obra de Cristo, me fascinan, me asombran, me emocionan y me llenan de gratitud: Mi justificación, mi expiación y redención; mi regeneración, mi arrepentimiento y mi fe, mi bautismo. Todas ellas existieron para hacer posible mi elección eterna.

Pero cuando pienso que Dios me haya escogido desde antes que todos los mundos vinieran a existir, que Dios pensó en salvarme a mí antes de pensar en hacer el sol, la luna, los ríos, los montes, que pensó en mí cuando engendró al Hijo Unigénito, tiemblo. Y si pienso cuando se formaba para salvación la Eterna Trinidad y se distribuían sus respectivos ministerios de gracia, y se me colocaba en el tiempo que habría de nacer, se seleccionaban mis padres, mis amigos, mi educación, mi iglesia, mi pastor, y el día en que me llamaría a la fe en Cristo en preferencia a otros que siguieron sordos, enmudezco de asombro y me deja sin palabras.

jueves, 1 de abril de 2010

Abogado del diablo

Amós 3:2

“A vosotros sólo os he escogido”.

Esto es una reflexión para los que se sienten incómodos con la doctrina de la elección. Implícitamente el Señor ha dicho: A ustedes los he elegido y a las demás naciones las he ignorado. Así como suena. La doctrina de la elección en el NT, especialmente desarrollada por Pablo, sistematizada por Agustín y popularizada por Calvino, tiene sus raíces en el AT y la historia de la revelación de la salvación con el pueblo de Israel. Mientras se hacía la historia del mundo Jehová trataba con Israel y a las otras naciones las dejaba andar en sus propios caminos (Hechos 14: 16; 17: 30). ¿Le parece eso injusto y falta de amor?

Sin embargo, Israel en comparación con muchas naciones ha sido geográfica y numéricamente un pueblo pequeño. ¿No hubiera sido mejor, dice usted, haber escogido un pueblo que tuviera más gente como India o China? ¿Por qué escoger tan pocos y dejar abandonados por siglos y milenios en sus tinieblas y pecados a la inmensa mayoría?

Dios por razones justas así ha obrado y yo estoy conforme con su decisión. No defienda a los que no creen, porque no solamente aquellos pueblos no se merecían nada sino que además preferían a sus ídolos antes que a Jehová. Es evidente que Dios no estaba apurado por salvar el mundo y obraba sin prisa hasta “el cumplimiento del tiempo que envió a su Hijo” (Gálatas 4: 4). No le concedió el privilegio de la salvación a todos y por eso se ve en la evangelización que “no es de todos la fe” (2 Tesalonicenses. 3: 2). La doctrina de la elección particular no se revela de modo filosófico sino como un acto de Dios, y con gusto podemos decir "Sí Padre porque así te agradó" (Lucas. 10: 21). Y sin controversia, “la salvación viene por medio de los judíos” (Juan. 4: 22); es semita y por extensión hebrea e israelita, de los profetas y Jesucristo.

Y si a alguno no le parece bien que elija quién se ha de salvar, judío o gentil, porque no lo entiende, no está de acuerdo y cree que es injusticia, tiene que enfrentarse al apóstol Pablo, quien le responde que no tiene derecho a protestar, porque Dios es dueño de sus actos y hace con lo suyo, esto es, con su gracia, misericordia y placer, lo que quiere; porque tiene para eso “capacidad, privilegio, potestad y libertad” (Romanos. 9: 21).

Si usted, para oponerse me cita que también la Biblia dice: “Dios no quiere que ninguno se pierda sino que todos procedan al arrepentimiento” o “de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda sino tenga vida eterna”, me daría cuenta que usted necesita un poco de ayuda en lo que se llama hermenéutica o exégesis bíblica.

Para mí, lo que sería raro, es que Dios salvara sin arrepentimiento, con la gracia común, sin forzarlos a entrar, sin la violencia de la misericordia electiva, y que usted defendiera a quienes no desean creer, siendo abogado del diablo, porque sus clientes no aman la verdad y la contradicen todo lo que pueden, no desean ir al cielo, no quieren la compañía de muchos millares de ángeles ni de los espíritus de los justos hechos perfectos, aman la gloria de este mundo y no la de Dios y no sólo hacen cosas dignas del infierno sino que las consienten en los que las hacen, y las disfrutan (Romanos 1:32).