lunes, 19 de julio de 2010

Algodón de azúcar: Carta a un futuro pastor - Pastor Humberto Pérez

Veo que tienes una disposición hermosa para servir al Señor y que anhelas hacerlo. Amas la Biblia y amas la oración, y amas la comunión con Dios. Pero quiero corregirte un pequeño defecto religioso. Cuando te refieres a la teología, parece que la miras con sospechas como algo casi opuesto a lo que tú sientes y eres y como si ella fuera una alternativa a todo eso. Quizás estés pensando en los que hacen teología per se y se entretienen y divierten en investigaciones fútiles y sin provecho y pierden el tiempo buscando nuevas verdades, cuando las tienen al lado y son ya longevas. No hay nada nuevo bajo el sol de la teología. Lo nuevo, han dicho, es herejía.

Pero hay una teología que es bíblica, el pensar ordenado y doctrinalmente dentro de la Biblia y que sirve de fundamento y columna de la fe. Pablo, que es el autor que escribió la mayor parte del NT no escribe una sola carta sin teología aplicativa y no piensa ni siente a Dios sin conocerlo, y eso es teología, ni pastorea ni da consejos o exhortaciones sin ella porque no hay otra forma de hacerlo. Piensa por ejemplo en Gálatas, la inocente Filipenses, y no digamos Romanos o Efesios. Sin embargo, es una teología como la que leemos en Calvino cuando escribe en sus comentarios y en su Institución, para beneficio de la iglesia y para ayudar a los pastores y maestros de ella.

No podrás adorar bien, ni orar bien, ni cantar bien, ni sostener tu fe, ni ser salvo sin ella. Si Dios te da una vida larga como la mía, un ministerio largo como el mío, verás que es cierto lo que te digo. Sin teología te desmayas, claudicas, retrocedes, y sin explicaciones teológicas, el duro ministerio te derrumba. Yo no puedo levantar mis manos a Dios sin sostener en alto una verdad que me lo haya explicado ni besar al Hijo, sin ella. Si no enseñas teología a tus hijos ellos no serán buenos creyentes, si es que llegan a serlo. El secularismo universitario los destrozará y retrocederán espantados como asustadillos conejos. Educa a tu familia con teología bíblica, no sólo con historias bíblicas sino con las verdades eternas que ellas enseñan. Puedes hacerlo sin citar a Agustín o a Calvino, aunque bien harás si ellos llegan a admirar a esos personajes y a devorar sus libros.

La vida pastoral y especialmente la predicación sin teología, como dijo Spurgeon, o con sólo un par de onzas de ella, aunque posea todo lo otro, oración, alabanza, es como esos dulces que conozco como algodón de azúcar, que los niños comen en parques y ferias, donde una máquina le da vueltas a unos granos de azúcar hasta que toman un tamaño extraordinario, y los muchachos se los lamen en un dos por tres. Muchas vueltas, mucho volumen, dulzón, pero poco peso y contenido. La gente se relame de gusto y le pasa la lengua al sermón, pero no se nutre, sólo se tragan calorías.

Fuente: http://pastorhp.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. JAjaja bendiciones! Hey! Te cobraré por esa jajaja pues el pastor se la dedicó a éste servidor tuyo!
    Es broma hermano!

    Gracia y paz sean sobre ti!:D

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  2. jejeje, esa sí que es una buena noticia. :)
    ¡Qué bendición!
    TAmbién me fue de gran bendición.
    Saludos. Gracia y paz os sean multiplicadas.

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