miércoles, 3 de febrero de 2010

1° Parte - El derecho soberano de Dios en la elección


I Parte


Romanos 9:6-16
"No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia."

Este es un pasaje que ha causado grandes conflictos en lo que a interpretación se refiere. Pero permíntanme aclararles algo antes de comenzar.
Es muy posible que algunos de mis lectores no estén de acuerdo con estas enseñanzas, y quiero asegurarles que yo no creo que, si una persona está en desacuerdo conmigo no es creyente. Yo reconozco que hay muchos hermanos piadosos que no están de acuerdo, lo reconozco. Pero al mismo tiempo, les pido que lean con mucha atención y con una mente libre de prejuicios a la Palabra de Dios. Porque lo que estoy tratando de hacer, es darle la interpretación más clara y directa que tiene este pasaje en sí mismo, y no alegorías; y les digo que, hubo una vez, en mi vida cristiana, en que rechacé y me opuse firmemente a las doctrinas que hoy estoy enseñando con mucha pasión y verdad. Pero Dios cambió mi corazón, y mi entendimiendo sobre estas cosas. Así que, lo único que les pido es que lean con mucha atención y justamente; y si después de todo, ustedes siguen en desacuerdo, los seguiré amando como mis hermanos en Cristo, y espero que ustedes también a mí.

Para empezar la enseñanza de este pasaje, tenemos en primer lugar, el hecho de la elección soberana de Dios ilustrada. Pablo utiliza dos casos específicos del Antiguo Pacto, en donde Dios utiliza su derecho soberano para discriminar o escoger en las dádivas de sus misericordias.

El primer caso al que se refiere Pablo es el de Isaac e Ismael. Versos del 6 al 9
"Ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes. Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo."
La promesa de Dios dada a Abraham aún estaba por cumplirse. Entonces, Abraham, viendo humanamente el problema de Sara, lo conversa con ella, y se les ocurre una idea de cómo ellos podían ayudar a Dios. Es por esto que Abraham conoció a la sierva de Sara, Agar. El resultado de esa unión fue Ismael, pero Dios rechazó a Ismael. Porque no era a través de Ismael que Dios se había propuesto llevar a cabo la promesa. La simiente sería de Isaac, no es Ismael. Ahora, debemos notar que Ismael era hijo de Abraham, era un hijo legítimo, sin embargo, fue rechazado por Dios.
Recuerden el contexto. El punto principal de Pablo en esta ilustración es que la descendencia natural o física no asegura la bendición de la salvación. Sino que los hijos de la promesa son los de la verdadera simiente espiritual de Abraham, y son hechos hijos de la promesa según la elección soberana de Dios. Pero el pasaje sigue hablándonos como si alguien objetase diciendo: pero espérate un momento, es muy obvio el porqué Dios escogió a Isaac y no a Ismael. La relación que Abraham tuvo con Agar no era de Dios. Fue el resultado de un plan humano. Por eso es obvio que Dios no podía bendecir esa relación. Así que escogió a Isaac, ya que ese hijo sí era el fruto de una sana relación. Además, Ismael era el hijo de una esclava, e Isaac era hijo de una mujer libre. Además, con el tiempo fue demostrado que Isaac fue mejor hombre que Isamel. Es por eso que Dios escogió a Isaac y no a Ismael.

Así que Pablo, anticipándose a esa objeción trae otro ejemplo que ilustra de manera más clara y enfática la soberanía de Dios en la elección. Dirije nuestra atención al caso de Esaú y Jacob, versos del 10 al 13.
"Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí."

Ahora, pensemos un poco. Dios escogió a Isaac, no a Ismael. Pero alguien puede decir: claro, Dios escogió a Isaac y no a Ismael por sus orígenes y por sus carácteres. Pablo puede decir: Está bien, ese es tu argumento, ahora te preguntaré bajo ese mismo argumento, ¿por qué Dios escogió a Jacob antes que a Esaú? Tenían el mismo padre, la misma madre, tenían el mismo trasfondo hereditario, eran gemelos. Sin embargo, Pablo escribe que antes de hacer algo, antes de haber obrado bien o mal, Dios escogió a Jacob.

Quiero hacer una pausa aquí, y aclarar algo muy importante. Recuerden que estamos hablando de criaturas caídas, que tanto Ismael como Isaac, tanto Jacob como Esaú fueron concebidos en pecado, como todos los hombres somos concebidos en pecado según Salmo 51:5. En otras palabras, por la caída de Adán todos somos nacidos en pecado, con una naturaleza depravada, enemigos de Dios, y estando bajo la ira de Dios. Pablo no estaba diciendo que Jacob y Esaú eran inocentes, como la iglesia católica lo enseña. Pablo no está contradiciendo aquí en Romanos 9 lo que él enseñó en Romanos 5, que en Adán todos han pecado. Lo que está diciendo aquí es que, hasta ese momento ninguno de los dos habían cometido obras personales de bien o mal, como para diferenciarse el uno del otro; ambos eran pecadores ante Dios. Sin embrago, antes que ellos salieran del vientre de su madre, ¿qué hizo Dios?, Él dijo: "El mayor servirá al menor... A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí" Dios puso su amor especial, su gracia salvífica sobre Jacob, mientras que Esaú siguió siendo el objeto de su santa ira.

Dios no puede permitir que alguien suba a su Trono y le acuse de injusticia, Dios pudo haber dicho: A Jacob aborrecí y a Esaú aborrecí. Ya que ambos, por naturaleza, merecían la ira de Dios. Pero Dios, en el ejercicio de su soberana gracia, escogió colocar su amor especial sobre Jacob, y no sobre Esaú. Y a pesar de eso, Él sigue siendo justísimo, sapientísimo y santísimo.
Esto no niega que Dios tenga una benevolencia general sobre todos los hombres caídos. Pero la Biblia también nos enseña que, aquellos que están fuera de Cristo, están bajo la ira santa de Dios; y los que son de su pueblo son objetos de su amor especial y salvación.

Pablo, luego de dar dos ilustraciones de la soberanía de Dios en la elección, procede a manfestar la base de esta elección soberana confirmada.
¿Cuál fue la base o la razón por la cual Dios aborreció a Esaú y amó a Jacob? ¿Cuál fue la base por la cual Dios escogió para salvación a Jacob y dejó a Esaú como depositario de su ira para siempre? ¿Por qué algunos son hijos de la promesa y herederos de la salvación prometida a Abraham, y otros no?
La respuesta está en el verso 11. Noten primero que Pablo aclara cuál NO fue la razón o la base de esta elección: (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama) Dios no escogió porque uno hizo el bien y el otro el mal, o porque Él vio de antemano que Jacob iba a ser bueno y Esaú iba a ser malo. ¡No!, el apóstol Pablo, claramente, repudia esa noción. Entoces, ¿cuál fue la base, cuál fue la razón?, ¿basado en qué hizo Dios una distinción entre estos dos hombres? La encontramos en una frase pequeña en medio de este mismo verso. Dice: "Para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese"
Eso es, lo que en el griego se le llama: una cláusula de propósito. "Para que", o "por razón que". Esta es la razón: Para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese.

Pablo nos está diciendo que Dios escogió a Jacob y desechó a Esaú según Su propósito conforme a Su elección, el cual fue expresado mientras ellos aún estaban en el vientre. La respuesta de esta elección no está en Jacob o en Esaú, sino en el Secreto de Su soberanía.

Hermanos, si esto no está claro, no sé qué más puede serlo. Pablo dice, claramente, que la razón de la promesa de Dios a Abraham, en referencia a la salvación de su pueblo, no ha sido frustrada por la incredulidad de los israelitas; y que el propósito de Dios siempre ha sido, no salvar a los hijos según la carne, sino a los hijos de la promesa; y éstos son hechos hijos de la promesa, no según obras presentes u obras futuras vistas de antemano; sino según el propósito de Dios conforme a la elección. Esa es la enseñanza de los versículos del 6 al 13.

Pablo sabía que las personas podían sentirse incómodas al estudiar estas doctrinas, y que algunas preguntas se levantarían en la mente. Por eso Pablo anticipa preguntas y objeciones, y las responde para dar claridad a esta enseñanza.

En la próxima publicación continuaré con las demás objeciones que Pablo adelanta en los versos posteriores en contra de la elección soberana.

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