domingo, 24 de enero de 2010

Sabios como Agur

Proverbios 30:7-9
"Dos cosas te he demandado; no me las niegues antes que muera: Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? o que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios."


Hace un año aproximadamente oí a un predicador de etiqueta o mejor dicho, a un "motivador de masas" que enseñó este pasaje bíblico. Mi sorpresa no fue menor, más aun, quedé impresionado al oír cómo este motivador existoso destruía y avasallaba a Agur (escritor de este proverbio).

Uno de los adjetivos que utilizó este orador en contra del sabio Agur fue: ignorante, y tonto. Al extremo de decir: "Yo fui como Agur, enseñé como él, pero ahora veo que Dios me creó para ser próspero".

Una de las herejías más comunes hoy en día es que Dios quiere prosperarte, que él murió para eso, para que tengas salud, y no enfermedad, victorias y no derrotas, para que seas exitoso en todo lo que TÚ desees y emprendas.

Sin embargo, cuando voy a la Biblia, y leo este pasaje en particular, no veo a un tonto Agur, y mucho menos a un ignorante profeta. Sino todo lo contrario, leo la oración de un hombre que busca la sabiduría de Dios, anhela que Dios le dé un corazón sincero. Más aun, pide suficiencia de Dios y no material.

Es sabio alejarse de los extremos, ya sea pobreza o riqueza, pero sabemos que Dios puede dar lo que él desee. Sin embargo, el anhelo del Hijo de Dios, debe ser siempre pedir sabiduría y gracia sobre gracia. Pues, está conciente que es Dios el que hace las cosas según sus propósitos. Es más, confía en el Señor ya sea en medio de la pobreza y depende de Dios mucho más en medio de las riquezas.

Me asusta ver a tantos cristianos sedientos de dinero y éxito; me intimida conocer a gente que dice, enseña y ora para que Dios le dé un país para "conquistar"; me alejo de aquellos que pululan tener una unción especial y apostalados en forma de dictadura. Temo a aquellos que buscan liderazgos humanos y "ministerios reconocidos". Pero me desespero en buscar a aquellos que saben que Dios es soberano en todas las cosas, escudriño los lugares para encontrar a hermanos en la fe que confían en Dios a tal punto, que oran como Agur y se contentan con lo que Dios les dé, ya sea pobreza y necesidad, o riqueza y abundancia; enfermedad o salud, gozo y paz, o tristeza y persecusión.

Veo que faltan "Agures" y sobran muchos "Simones el mago", hacen falta más Marías que estén a los pies del maestro, y más Lázaros que se sienten a la mesa con el Señor; pero sobran muchas Martas que están afanadas en tantas cosas, en religiosidades, y servicios humanos, pensando que de esa manera, Dios se agrada de ellas.

Debemos tener un temor voluntario de Dios, y no uno impuesto por terror. Agur lo comprendió: "No me des pobreza... para no deshonrarte y robar; y no me des riquezas... para no deshonrarte y decir: ¿Quién es Jehová?"

La delicia del cristiano está en agradar a Dios, glorificarle, y disfrutar de él para siempre.

A Él sea la Gloria por siempre.

1 comentario:

  1. Qué terrible, no destrozó a Agur, sino al Dios de Agur... qué tristeza. La sabiduría de Dios vituperada y tomada por insensatez. Pero lo necio de Dios es más sabio que la sabiduría de los hombres. Aquí entre nos... ¡quién era? ¿es de Antofa?, como para tener cuidado si es que alguna vez llega a la iglesia..., ja, en realidad, es mera copucha.
    Dios te bendiga y te guarde.

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